lunes, 19 de enero de 2009
Nueva terapia
El desamor está programado, a diferencia de nuestras vidas, para morir.
Podrían resucitar los cuerpos según la promesa bíblica,
sin que lo hiciera el desamor inerte y frío.
Pero para morir ¿cuándo?
Antonio Damasio ha sugerido una nueva terapia:
la mejor manera de precipitar el final de una emoción negativa
es generando otra emoción de la misma intensidad pero de signo contrario.
En lugar de zambullirse en la interpretación minuciosa de la pesadilla,
es necesario perseguir el destello de un nuevo esplendor.
El Viaje al Amor - Eduardo Punset
martes, 13 de enero de 2009
Insignificante
Suscribirse a:
Entradas (Atom)