jueves, 14 de abril de 2011


Un día, Amor le pregunta a Amistad:
- "¿Por qué existes tú si ya existo yo?"
- "Porque donde tú dejas lágrimas yo dejo sonrisas..

Frases Facebook.

martes, 5 de abril de 2011

Rainbow



No escribo cuando estoy feliz...
porque no tengo palabras.

Mentira justificada



- Todo está bien, no necesito que me acompañes.
- ¿Seguro?
- Claro que sí, ¿crees que yo te mentiría?

Sí, si te mentiría. Te mentiría a rabiar si con ello te quitara preocupaciones,
si con ello evitara que pasaras noches en vela pensando en mí.
Claro que te mentiría. Y seguiría mintiendo sin parar,
negando la realidad y perjurando que no me pasa nada.
Continuaría mintiendo hasta que el médico os dijera todo,
que corriera el velo de la mentira y dejara al descubierto la verdad,
dura verdad que yo traté de ocultar por todos mis medios.
La realidad es bien distinta al bagaje de colores que os mostraba
ante vuestros ojos, abanico ahora roto que deja trazos de vacío
y colores gris y añil (colores de melancolía).
Al sufrimiento de tener que soportar sola las noticias y
a las cavilaciones de ocultar la terrible realidad,
se le suman unos quejidos llorosos, una barbilla temblorosa
y un corazón encogido de dolor mientras, con la más triste de las voces, te dice:
- Mamá, me has fallado.

Divagaciones de diván, yo.

Miradas de normalidad fingida



- Hola, ¿qué tal estás? ¡Te veo mejor que nunca!
-Bien, estoy bien....
(...Mentira, bien estaba cuando no sabía nada.
Cuando la enfermedad se movía en el interior con cara escondida
entre puños de férreo acero. Mientras tanto, yo estaba bien.
La comida me sabía a simple comida, ahora me sabe mal
con la esperanza de que pronto sea el mejor bocado del mundo,
un sabor a disfrutar día a día si todo va bien.
El aire era simple aire, ahora, disfruto a cuentagotas de este placer
antes no percatado, con la esperanza de que pronto roce mi cara
sin preocupación de que cambie mi estado de salud
y tenga que volver al hospital cuando no me corresponda y
precipitadamente.
Así podría nombrar las mil y una maravillas que nos rodean
inconsciente y constantemente, todos los días.
Pero, como siempre, la razón la tiene el dicho más que conocido:
hasta que no se pierde, uno no sabe lo que tiene.)

Divagaciones de diván, yo.

Situaciones tristes que son alegres



Mujer sin alma con vida, enferma de desmotivación por no querer vivir.
Hastiada de los infortunios y los resultados de un tratamiento
con pocos resultados positivos.
En el margen de resultados, se encontraba en el pequeño porcentaje
de los que no funcionaban.
En esa situación, nada era proclive a tener un atisbo de positivismo.
¿Nada?
Un apoyo incondicional, una caricia sin ser pedida y un aura de querer
sin pedir nada a cambio, a ella le rodeaban.
La situación triste no es la situación en la que la mujer se encuentra,
es la pena que tenemos en nuestros ojos por no ver
esas pequeñas cosas que harían una vida feliz si fuéramos
conscientes de ellas.
Mujer que pena emanas, ella que en sus ojos solo refleja la incertidumbre
de un futuro incierto, un destino de línea nubosa
que se presenta sin ser presentado...como una espada de Damocles
en el día a día.

Divagaciones de diván, yo.

Marioneta



Las paredes recubiertas de un acabado de madera clara y mate,
sobre su superficie se almacenan: lamentos, miradas, perdidas,
risas nerviosas y miedo, mucho miedo por desconocimiento.
El miedo es un mecanismo de defensa pero, cuando te da la mano día a día,
te convierte en un ser desposeído de tu propia persona.
Marioneta que se mece con hilos delgados de agonía interna.
Verdaderamente lamentable pero, Rosa, levanta que nos llama
el médico a la consulta cincuenta y ocho.

Divagaciones de diván, yo.