Mujer sin alma con vida, enferma de desmotivación por no querer vivir.
Hastiada de los infortunios y los resultados de un tratamiento
con pocos resultados positivos.
En el margen de resultados, se encontraba en el pequeño porcentaje
de los que no funcionaban.
En esa situación, nada era proclive a tener un atisbo de positivismo.
¿Nada?
Un apoyo incondicional, una caricia sin ser pedida y un aura de querer
sin pedir nada a cambio, a ella le rodeaban.
La situación triste no es la situación en la que la mujer se encuentra,
es la pena que tenemos en nuestros ojos por no ver
esas pequeñas cosas que harían una vida feliz si fuéramos
conscientes de ellas.
Mujer que pena emanas, ella que en sus ojos solo refleja la incertidumbre
de un futuro incierto, un destino de línea nubosa
que se presenta sin ser presentado...como una espada de Damocles
en el día a día.
Divagaciones de diván, yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario