martes, 11 de marzo de 2008

Billete al pasado



Me encontré por la calle con un gran amigo.
Pasamos la adolescencia juntos,
persiguiendo chicas, estudiando, contando
el uno con el otro. Luego, él encontró novia
y se alejó.
Perdimos la amistad diaria. Hoy trabaja en
un banco, está casado con otra chica.
-¿Qué tal Rafa?- saluda.
- Muy bien, y tú?
- Bien.
Y quedamos callados frente a un incómodo
silencio. Somos unos extraños. Me pasó lo mismo
con la chica que me "desvirgó". Tras 12 años
sin vernos pasó una mala racha económica, le
ofrecí mi casa. Antes de que llegase recogí
el salón, muy nervioso, recordando las juergas, las
risas, los momentos que pasamos enfrentándonos
al mundo entre sábanas azules...Cuando llegó
a casa ya no era una niña. Era una mujer
por la que la vida, las facturas, los desengaños,
habían pasado por encima. No me vio llorar
mientras le sonreía y hablábamos como adultos,
con conversaciones que no conducen a nada.
No quiero ver a nadie más que amara en el pasado.
No quiero ver a más gente maravillosa muerta
dentro del cuerpo de un adulto. Los buenos
momentos del pasado deberían de ser un lugar al que
siempre pudiéramos volver.

Periódico 20 minutos - Rafael Fernández

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