- Si alguien ama a una flor de la que no existe más que
un ejemplar entre los millones y millones de estrellas,
es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.
Se dice: "mi flor está allí, en alguna parte..."
Y si el cordero come la flor,
para él es como si, bruscamente,
todas las estrellas se apagaran.
Y esto, ¿no es importante?
El Principito - Antoine de Saint - Exupéry
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